En los próximos días estaremos publicando los cronogramas de las Jornadas de Profundización Policía, Seguridad y Castigo, que realizaremos del 12 al 15 de Septiembre, y del 3° Congreso Nacional de Pensamiento Jurídico Alternativo, que haremos de 18 al 20 de Octubre.
Mientras tanto, les contamos un poco por qué hacemos estas iniciativas.
Jornadas de Profundización "Policía, Seguridad y Castigo"
En los últimos años, al compás del debate acerca del rol que debe jugar el Estado
en la promoción y garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de sus
ciudadanos, los defensores de la intervención mínima en las áreas sociales, y de la
potenciación de los mecanismos de control y coerción, han logrado instalar discursos de
mano dura y represión. Mucho se ha hablado y comprobado acerca del rol que juegan
en la construcción de imaginarios punitivistas los grandes medios de comunicación, y
cómo éstos han contribuido a construir discursos que se repiten, sin posibilidad de ser
discutidos. El enfoque bélico de la seguridad ciudadana, legitima la eliminación del
“enemigo”, y de todos aquellos que ponen en tela de juicio el actuar de “los ciudadanos
de bien” en la Guerra contra la delincuencia (que no es, ni más ni menos, que contra los
delincuentes).
La instalación del temor a la inseguridad, amén de los graves efectos que a nivel
individual genera, genera efectos de mayor gravedad aún a nivel social, instalando la
desconfianza entre ciudadanos, el temor al diferente, la desarticulación, en síntesis, de
las relaciones de socialización horizontal, reforzando el poder vertical y verticalizante.
En este marco, el tratamiento que quienes conducen el Estado, alentados por el
efecto político que genera responder “la demanda ciudadana” de represión sin límites y
combate frontal “contra los delincuentes”, posibilita, permite, y sustenta la
naturalización de prácticas ilegales cometidas desde el Estado, la violación sistemática y
reiterada de los derechos ya no sólo de quienes son acusados de cometer un delito, sino
también de toda la ciudadanía.
Frente a tal panorama, la respuesta de las organizaciones sociales y políticas, de
las izquierdas y el campo popular, ha sido deficiente sino nula, debido a, por un lado, la
necesidad de dar respuestas a problemáticas de mayor urgencia, como el hambre y la
desocupación, y, por otro lado, a enfoques que, por maximalistas, impiden ofrecer
respuestas para el tiempo que falte hasta la “transformación revolucionaria”.
Las organizaciones y corrientes que nos embarcamos en un proyecto emancipador
de nuevo tipo, sustentado en la organización de base, la participación colectiva y las
prácticas prefigurativas de la sociedad que queremos construir, necesitamos empezar a
incorporar a nuestros debates y acciones la disputa por nuevas formas de abordar la
criminalidad y la seguridad pública. Es tarea pendiente la construcción de abordajes
para esta problemática que sean respetuosos de los derechos y garantías que hacen a
nuestra condición de ciudadanos, de enfoques que no sólo hagan hincapié en la
respuesta punitiva frente a los delitos que generan el estupor social (robos, hurtos), sino
principalmente a la construcción de condiciones económicas, culturales y sociales que
desalienten este tipo de delitos, orientando la persecución penal a la criminalidad que
mayor dañosidad genera: los delitos contra el patrimonio común, la trata de personas y
el narcotráfico.
Partiendo de la necesidad de impulsar ideas y acciones para abordar en
profundidad esa asignatura pendiente, como parte de la política de disputa ideológica-
académica que proponemos desde el espacio CRÍTICA AL DERECHO. DERECHO A
LA CRÍTICA, en el marco del 3° Congreso Nacional de Pensamiento Jurídico
Alternativo desarrollaremos las Jornadas de Profundización Policía, Seguridad y
Castigo, cuyo cronograma tentativo se adjunta.
En estas Jornadas se abordarán y problematizarán dos agencias claves en la
gestión de la seguridad pública y el Sistema Penal: la policía y la cárcel. Asimismo, se
debatirá acerca de la conveniencia, o no, del agravamiento punitivo como herramienta
política de disuasión y concientización, a través de la incorporación al Código Penal de
la figura de Femicidio.
Creemos que es necesario problematizar la labor de las fuerzas policiales, toda vez
que éstas, por el grado de autonomía del poder político que han alcanzado, y por el
estrecho imbricamiento con prácticas ilegales y delictivas que la carencia de control
externo, político y ciudadano, les legitima, más que servir como una solución a los
problemas de seguridad, terminan resultando en un agente generador de la misma.
La necesidad de problematizar el Sistema Penitenciario de la Provincia de Buenos
Aires se justifica en la constatación de que éste se ha transformado en un Sistema de la
Crueldad, donde la muerte de personas bajo cuidado del Estado y la corrupción de toda
su estructura conspira contra el fin de seguridad y resocialización que propugna
nuestro orden constitucional.
La participación en las charlas-debate, en los talleres y en el “contrapunto sobre
Femicidio” de profesionales, intelectuales, funcionarios y movimientos sociales que
trabajan estas problemáticas, posibilitará la formulación de análisis interdisciplinares y
plurifocales que, entendemos, redundarán en la construcción de saberes y acciones
acordes la necesidad de transformación que estas agencias estatales demandan.
¿Por qué, y para qué, el 3° Congreso Nacional de Pensamiento Jurídico Alternativo que se va a hacer en la Facultad de Derecho (UNMdP)?
“...el papel del derecho, pues depende de una relación de fuerzas en el conflicto social. En manos de los grupos
dominantes, constituye un mecanismo de preservación y de reconducción de sus intereses y finalidades, en manos de
los grupos dominados, un mecanismo de defensa y contestación política...”
Carlos María Cárcova
“Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del
derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene
un alejamiento olímpico (...) Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los
ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de
tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. (...)
En adelante solo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de alma,
los creadores de verdad, de belleza y de bien.”
Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, Córdoba, 1918
Tras la crisis política, social, política e institucional que atravesó Argentina tras la
Rebelión de Diciembre de 2001 y la Masacre de Avellaneda que se cobró la vida de
Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, el modelo neoliberal instalado por la Dictadura Cívico-
Militar perdió consenso y hegemenonía en nuestro país, se vio derrotado por las demandas
populares de seguridad en los derechos: Trabajo, Salud, Educación. Esto significó un cambio
de época en el plano político e ideológico, signado por la mayor participación del Estado en
la vida económica (Asignación Universal por Hijo, recuperación de YPF y de los aportes
previsionales de las AFJP) y social, (Matrimonio Igualitario, nueva Ley de Servicios de
1
etc); y la recuperación de la política como instancia de disputa y
lucha de intereses, y no como un mero trámite mediático.
Sin perjuicio de las opiniones y críticas que las políticas gubernamentales nos merecen
(Ley Antiterrorista, Megaminería y extractivismo, precarización laboral, por caso), es
innegable el proceso de transformaciones que nuestro país está atravesando. Y estas
transformaciones comienzan a plasmarse, paulatinamente, en el ordenamiento júridico “de
fondo”. Esta circunstancia fue expuesta de esa manera por la Presidenta de la Nación, Dra.
Cristina Fernández, en la inauguración del 130o periodo de sesiones ordinarias del Congreso
Nacional: “(...) estamos transformando el país de hecho, pero que no estamos plasmando en
un plexo normativo, en un marco normativo las transformaciones que estamos efectuando
(...)” Cobra relevancia, ante la constatación de este marco, el contenido de la cita de Cárlos
Cárcova que inicia esta presentación: el carácter relacional del derecho, su historicidad y
mutabilidad, su carácter de expresión de una correlación de fuerzas en el plano social, de
resultado de la confrontación entre los distintos intereses en pugna.
Este contexto de transformaciones que atraviesa nuestro país se enmarca, y es también
atravesado, por el contexto que vive América Latina con el surgimiento, consolidación y
profundización de procesos de cambio en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Brasil y
Uruguay que, con sus matices y diferencias, abandonan el Consenso de Washington y el
Neoliberalismo para intentar nuevas formas de organización de la vida social, más justas y
soberanas.
En este marco, decíamos en la fundamentación del Congreso Nacional de Pensamiento
Jurídico Alternativo que hiciésemos en 2011, “emergieron con fuerza y legitimidad distintas
prácticas y discursos sociales que demostraron la crisis del concepto moderno de ciudadanía
(...)” (...) (que) encuentran en los sectores juveniles oídos atentos y
receptivos, lo cual
potencia la profundización de los niveles de organización, la reconstrucción de los lazos
horizontales de socialización, construyendo de este modo un contexto este en que se
produce una recuperación, por parte de actores otrora desencantados, de la valoración hacia
la intervención y discusión políticas colectivas.”
Esta nueva etapa histórica, de búsqueda de alternativas al Capitalismo neoliberal y de
horizontes post y/o anticapitalistas, implica también un crisis del concepto moderno de
ciudadanía (base del pensamiento que inspira nuestro ordenamiento jurídico-político), lo cual
obliga a pensar y construir un juridicidad crítica de nuevo tipo, que sirva como motor (y se
nutra) de nuevas praxis, que se asuma parte del contexto social en que éstas se desarrollan y
legitime soluciones alternativas para la garantía de los derechos Económicos, Sociales y
Culturales de las mayorías hoy privadas de ellos.
Frente a tal demanda, las Facultades de Derecho en General, y la de Mar del Plata en
particular, no han logrado superar el vaciamiento político e ideológico instaurado con y tras
la Dictadura: “(...) que impregnó la formación de los Abogados y Abogadas de visiones que
restringen el estudiar a una simple actividad memorística, a un pobre ejercicio mecanicista
que hace de las Facultades espacios de promoción y naturalización de un Derecho que se
entiende desde el Derecho: la norma como fundamento de la norma.”
Asimismo, esta
formación mecánica y mnemotécnica se refuerza, y a la vez se nutre, con la hegemonía, en
nuestras aulas, de formas de aprendizaje (relaciones docente-estudiante) que impiden y
coartan el pensamiento crítico, el debate, la creatividad y la reflexión.
Creemos que en el marco de transformaciones descripto, las Universidades Públicas
deben, por imperativo ético y legal, asumir su responsabilidad en la formulación de análisis y
propuestas de acción que aporten a la mejor resolución de los graves problemas y deudas
que, aún hoy, tienen en el ejercicio de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales amplios
sectores de nuestro Pueblo.
En este sentido, como estudiantes y graduados de la Facultad de Derecho de la
Universidad Pública, pretendemos que este nuevo Congreso sirva, por un lado, como “espacio
de entrenamiento” para quienes nos encontramos comenzando nuestra inacabable
formación y, en paralelo, sirva para articular y proyectar las diversas prácticas y discursos
sociales que apuestan a construir imaginarios sociales comunitarios, solidarios, democráticos y
participativos.
Para lograr estas propuestas, en las Jornadas de Profundización “Policía, Seguridad y
Castigo” y en el 3° Congreso Nacional de Pensamiento Jurídico Alternativo se abordarán,
desde una perspectiva interdisciplinaria, temas propios de la dogmática y la filosofía del
Derecho en miras a la elaboración de posicionamientos colectivos críticos y propositivos, que
sean fuente de propuestas y proyectos de transformación social. Asimismo, se intentará la
implementación de formas de exposición, debate y reflexión superadoras del monótono
discurso unidireccional (docente → alumno) que cunde en nuestras aulas, a través de la
implementación de talleres de trabajo específicos que permitan que la palabra circule.
Por todo lo expuesto, estudiantes de todos los años y graduados de la
carrera de Abogacía que en la actualidad ejercemos la profesión o trabajamos
en el Poder Judicial, impulsamos una nueva edición del Congreso Nacional de
Pensamiento Jurídico Alternativo "CRITICA AL DERECHO. DERECHO
A LA
CRÍTICA", y realizaremos las Jornadas de Profundización “Policía, Seguridad y
Castigo”, motivados por la necesidad de profundizar el debate acerca de qué
tipo de profesionales se forman en la Universidad Pública y cómo éstos
aportan, o no, a la construcción de las soluciones técnicas que la realidad
demanda para la resolución de los problemas sociales.